sábado, 26 de abril de 2008

PROPONEN ALEJAR LA TIERRA DE UN SOL CADA VEZ MÁS ARDIENTE


Un grupo de astrónomos ha concebido un plan que, sostienen, podría salvar la Tierra de un final anticipado. Todo lo que se necesita es cambiar la órbita de nuestro planeta. El plazo para hacerlo termina dentro de 3.500 millones de años. Para ese entonces, dicen los científicos, el Sol será un 40 por ciento más intenso que en la actualidad y la Tierra estará demasiado caliente como para albergar vida. Incluso en unos pocos miles de millones de años, el aumento de la intensidad solar provocará un "efecto invernadero" que tendrá un impacto catastrófico sobre el planeta. ¿Pero qué pasaría si se pudiera alejar a la Tierra del Sol antes de que fuera demasiado tarde para la raza humana? Los investigadores Don Korycansky de la Universidad de California, Gregory Laughlin de la NASA, y Fred Adams de la Universidad de Michigan, dicen que la idea de modificar la órbita de la Tierra es "preocupantemente factible". La teoría de estos científicos es descrita en un trabajo titulado "Ingeniería astronómica: Estrategia para modificar una órbita planetaria". El trabajo fue aceptado para su publicación en la revista "Astrofísica y Ciencia Espacial". Basada en la técnica de "asistencia gravitacional" utilizada para enviar naves hacia los planetas externos, la propuesta de estos científicos consiste en disparar un objeto de gran tamaño (como un asteroide de unos 100 kilómetros) a poca distancia de la Tierra, para atraerla gradualmente alejándola del Sol. Serían necesarios miles de disparos cercanos para producir una alteración significativa. Un millón de disparos alejarían la Tierra unos 65 millones de kilómetros, o un 50 por ciento de su actual distancia al Sol. Pero dicen los investigadores que si esta técnica se repitiera cada 6.000 años, la órbita podría ser aumentada proporcionalmente al aumento de la intensidad solar. El resultado sería hacer de la Tierra un lugar habitable durante unos 5.000 millones de años adicionales. Los científicos aclaran que el plan tiene sus contras. Para que este método funcione, el asteroide tendría que pasar a unos 15.000 kilómetros de la Tierra. En caso de acercarse demasiado, podría partirse o incluso estrellarse contra la superficie. Otro posible efecto colateral de lanzar objetos de gran tamaño en las proximidades de la Tierra, sería el de aumentar la rotación del planeta. Los disparos deberían proyectarse de manera que algunos aumenten la rotación de la Tierra y otros la disminuyan a su velocidad normal. También es posible que la Luna sea desplazada de su órbita durante estos vuelos cercanos. [Nota de la Redacción de El Escéptico] *Asombrados aún por el hilarante artículo de Thelma sobre Cosmología pleyadiana y aún atónitos por el estado de beneplácito con que gubernamentalmente es acogida y propagada en Cuba la llamada Medicina Natural Tradicional; no habíamos salido de nuestro asombro cuando hete aquí que apareció, casi al cierre del presente número, esta noticia de la CNN que, aunque a simple vista parece ir totalmente en serio, no le queda a la zaga a las dos anteriores. ¿Relato cómico o de terror? ¿Estaremos sencillamente ante un sesudo y serio estudio de astronomía teórica o ante un prometedor y próximo Premio Ignobel, de esos tan prestigiosos con que premia la Universidad de Harvard a algunas de las mentes más sobresalientes de la “investigación pseudocientífica”? De cualquier forma, queridos lectores, esto es lo que ha dado de sí el número que ponemos hoy en sus manos.

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